lunes, 13 de junio de 2011

Mírame

Estoy sentada en el ventanal de mi habitación donde la lluvia se apodera de cada rincón de suelo seco convirtiendo las calles en verdaderos mares caudalosos y he estado aquí por horas muertas, recordando aquel mes de marzo de hace un año atrás, donde tuve la dicha de conocerte, de estrechar tu mano y mirar tus ojos.

Nunca olvidaré esa mañana tranquila, normal y cotidiana, donde pude percibir todo lo que ya había sentido solo escuchando tu voz y con una que otra ilusión. Comenzamos a hablar, de mis cosas, de tus cosas, de lo pasado, de lo presente y hasta de lo futuro y fue cuando compaginamos y armonizamos todo alrededor, sentí que algo se encendió en ti, al mismo tiempo que en mí, y desde entonces no ha habido forma de extinguirlo.

Todo corría normal, el tiempo, los días, las personas, todo era como antes, como siempre, como nunca, menos para mí y ojala que para ti tampoco, todo había cambiado drásticamente, ya no me conformaba con poco, con ocasiones, con casualidades, yo perseguía realidades. Me cambiaste el mundo, me cambiaste los días, me cambiaste el corazón y me cambiaste a mí, a todo lo que era, a todo lo que me resigne a ser sin querer serlo.

Mírame, me conoces mejor que nadie. Sabes mis flaquezas y mis fortalezas. Sabes que soy más buena con las letras que con las palabras mismas, sabes a que le temo y quien en realidad soy, sabes lo que escondo, lo que está oculto y hasta de lo que presumo.

Mírame, me conoces tan bien que sabes que voy a hablar de amor, de lo mejor que sé expresar, que es también en lo que menos soy buena.

Mírame, me conoces, sabes que estoy enamorada, perdidamente enamorada, tan feliz desde que te conocí.

Y hoy que hemos dejado todo lo doloroso atrás, puedo confesar que eres mi presente inconcluso y mi futuro perdido a punto de encontrar. Hoy sigo a tu lado después de los golpes de la vida y sigo a mi corazón y a mis sentimientos, ellos se empeñan en ir tras tus pasos persiguiendo tu huella. Me he rendido a este amor, a esta pasión y a este camino que sólo marca su rumbo, su destino, que solo pinta el cuento en donde nuestro amor es protagonista.

Eres la estrella que marca mi norte, mi camino a seguir, la suerte que me acompaña en este viaje.

Marie R. Viñas

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